El Día de Muertos en México es una tradición que se celebra entre el 1 y 2 de noviembre. El 1 de noviembre se conmemora el día de todos los santos y el 2 de noviembre se celebra el día de muertos. Esta festividad es un momento alegre y muy popular en México, donde las tumbas se limpian y decoran con velas y flores de naranja, conocidas como zempascuchil. Además, se erigen altares en las viviendas que incluyen fotos de los difuntos, velas, incienso, flores, calaveras de azúcar, caramelos, pan de difunto, entre otros elementos. Las ofrendas a los difuntos se realizan para complacerlos, incluyendo su comida favorita.
En México, el Día de Muertos se celebra en todo el país, siendo una verdadera celebración que marca el regreso temporal a la tierra de los seres queridos fallecidos. Desde 2003, esta festividad está clasificada por la Unesco en la lista del patrimonio cultural inmaterial de la humanidad.
El Día de Muertos en México tiene sus orígenes en la civilización de los aztecas. En aquel entonces, los mexicanos celebraban a sus muertos dos veces al año, con 20 días de diferencia en agosto. Primero celebraban a los niños (Miccaihuitontli) y luego a los adultos (Hueymiccalhuitl). Actualmente, Miccaihuitontli se celebra el 1 de noviembre, durante el Día de Todos los Santos, mientras que Hueymiccalhuitl se lleva a cabo al día siguiente, el 2 de noviembre, durante el Día de Muertos.
Durante estas fechas, se realizan desfiles y espectáculos de animación, donde la gente desfila por las calles al ritmo de la música alegre. Se caracterizan con maquillajes y trajes típicos, como el de la catrina, representando el esqueleto de una anciana adornada con un sombrero de flores. Posteriormente, se dirigen al cementerio, donde los familiares y amigos se reúnen alrededor de la tumba del difunto, teniendo la oportunidad de compartir con él su plato favorito, beber alcohol y reír.
El Día de los Muertos en México es una festividad llena de significado y simbolismo, que representa una forma única en la que la cultura mexicana honra a sus seres queridos que han fallecido. Con sus rituales, comida, música y coloridos altares, esta celebración es una manifestación de la profunda conexión que los mexicanos tienen con sus ancestros.